Características, estructura y estilo (componentes básicos del género)

Características:
  1. Pueden basarse en hechos verdaderos o inventados distintamente
  2. La narración se realiza en pasado.
  3. El narrador puede aparecer en la obra o no. No está siempre presente, como en el género lírico, pero tampoco desaparece por completo, como ocurre en el género dramático.
  4. La forma que se utiliza preferentemente en la obra literaria épica o narrativa es la prosa o el verso largo (hexámetro, verso alejandrino...)
  5. Tiende a incluir los demás géneros (lírico, dramático, didáctico) razón por la cual suele ser de mayor extensión.
  6. Puede ser de dos formas: directa e indirecta.
  7. El narrador da fe de la veracidad de su historia; hay invocaciones, salutaciones estereotipadas, largos discursos, símiles detallados, digresiones y la repetición frecuente de elementos típicos (por ejemplo: el repertorio de adjetivos o fórmulas, o el repertorio de escenas típicas como la del héroe armándose para la batalla). La épica se deleita en el mundo físico y lo representa mediante descripciones concienzudas de los objetos ( por ejemplo: descripción de las armas, el vestuario o los barcos).

Estructura:

Puede presentar divisiones en su estructura externa tales como capítulos, epígrafes...
La estructura básica de los poemas épicos, a nivel argumental, solía ser el enfrentamiento entre dos grupos de personajes: el protagonista (o protagonistas) y el antagonista (o antagonistas); enfrentamiento que se producía principalmente por motivos religiosos, de ley o morales.

Estilo:

A nivel del estilo utilizado, el formulismo de la poesía épica no pretendía que el autor, o expositor, se mostrara original o no se reiterara en la exposición de la obra, sino que su estilo, las fórmulas utilizadas para su composición, pretendían desde el principio marcar la expresión que hiciera ver a  los oyentes, los espectadores que estaban escuchando un poema de corte épico, y no otro tipo de poema. Por lo tanto, los poemas épicos eran compuestos para ser recitados oralmente por los juglares, los cuales tenían determinadas frases melódicas que utilizaban para marcar los diferentes ritmos que exigiera cada instante. La recitación de los versos era, evidentemente, de distinta forma dependiendo del juglar que los recitase y del lugar donde se realizase la recitación. En el caso de los poemas largos, la recitación se realizaba por trozos, interrumpidos para la petición del dinero, o incluso de un día para otro, manteniendo en vilo al espectador, que se hacía cómplice en el juego poético.


Componentes básicos del género:

La intriga

La intriga es la trama o argumento, lo que pasa, lo que se cuenta. La forman los sucesos, expuestos en orden artificial o artístico.
La intriga se puede mostrar en el discurso de dos modos:
  1. Desde el comienzo: la sucesión de los acontecimientos parte de un embrión de historia que se desarrolla en una sucesión lineal.
  2. En su transcurso: en pleno nudo argumental, con posteriores retrocesos; el argumento no se desarrolla linealmente.

Si el discurso sigue un orden regido por una cronología o temporalidad objetiva, la intriga tiene una estructura lineal. Cuando se altera el orden de los sucesos, la intriga linealmente, es decir, cuando la relación de los sucesos es acorde con la sucesión lógica de la temporalidad objetiva, la estructura de la intriga progresa hasta alcanzar un momento culminante, llamado clímax argumental. En las novelas de intriga lineal, el clímax es el momento de resolución definitiva y estable del proyecto emprendido.

El personaje

El héroe épico tiene un objetivo o ideal concreto y ha de superar una serie de obstáculos para alcanzarlo. Puede tener contactos con una divinidad (misión), especialmente en la épica grecolatina. Mantiene actividad guerrera y, a menudo, se da el peregrinaje meramente funcional, pero también puede aportar una significación. El nombre de los personajes es un primer rasgo caracterizador, esta caracterización puede ser muy elemental cuando es sólo designativa.

La caracterización

Caracterizar a un personaje es dotarlo de atributos materiales, temperamentales, morales, ideológicos, etc.
Ésta puede ser de dos modos: directa e indirecta. Es directa cuando explícitamente se dice cómo es el personaje y así suele ocurrir en la épica, donde hay abundancia de epítetos referidos al personaje, tanto en la épica clásica como en la medieval.

El espacio

El relato evoca un complejo de experiencias humanas determinadas en el tiempo y en el espacio. El espacio colabora decisivamente en la configuración positiva o negativa del personaje. En la épica se puede dar el espacio único, pero es más común un relato itinerante. se dice que el espacio es muy importante ya que este puede influir en las acciones del personaje.

El tiempo

La literatura es un arte temporal. Los distintos estratos de temporalidad se podrían resumir así:
  • Temporalidad externa o extratextual. Como su nombre indica, es la que se refiere al momento de producción y de consumo de la obra. Habrá, por lo tanto, un tiempo del escritor y un tiempo del lector, que pueden ser o no contemporáneos.
  • Temporalidad interna o textual. Ésta, por su parte, está íntimamente relacionada con el contenido de la obra. Así, distinguiremos un tiempo de la aventura (El tiempo de la historia, de lo contado), un tiempo de la escritura (Orden en que se narran los sucesos. Si este orden coincide con el tiempo de la aventura, estaremos ante un discurso lineal; si no, ante un discurso discontinuo) y un tiempo de la lectura; es decir, tiempo necesario para que la obra sea leída....
Es un tiempo muy contraído en la mayor parte de las obras, pero siempre suele ser alrededor de 10 o 20 min.

El punto de vista

Se trata de analizar el punto de vista del autor con respecto a lo que nos está contando. Atendiendo a la persona que cuenta la historia y al grado de intervención y conocimiento de la acción, puede establecerse el siguiente esquema:
  • Tercera persona limitada: El autor se refiere a todos los personajes en tercera persona, pero describe sólo lo que puede ser visto, oído o pensado por un solo personaje.
  • Tercera persona omnisciente: El autor presenta a los personajes en tercera persona y describe todo lo que los personajes ven, oyen, sienten e incluso hechos en los que no hay presente ningún personaje.
  • Tercera persona observadora: El autor narra como si contemplara los hechos, pero sin poder adentrarse en el interior de los personajes.
  • Primera persona central (narrador protagonista o autobiográfico): El personaje principal, en primera persona, cuenta su propia historia.
  • Primera persona periférica: Un personaje secundario narra en primera persona la historia del protagonista, la cual conoce por estar igualmente involucrado.
  • Primera persona testigo: Un testigo de la acción que no participa en ella directamente, narra en primera persona los hechos.
  • Segunda persona narrativa: Recurso utilizado por la novela moderna. El autor narra en segunda persona, generalmente para introducir al lector en la mente del personaje o crear una sensación de falso diálogo del protagonista consigo mismo.

El Cid sale de Vivar


Mío Cid Salió de Vivar a Burgos se ha encaminado,
allí deja sus palacios yermos y desheredados.
Con lágrimas en los ojos muy fuertemente llorando,
la cabeza atrás volvía y quedábase mirándolos.
Y vio las puertas abiertas los cerrojos quebrantados,
y vacías las alcándaras sin las pieles, sin los mantos,
sin sus pájaros halcones sin los azores mudados.
Suspiró entonces el Cid que eran grandes sus cuidados.
Habló allí como solía tan bien y tan mesurado:
"Gracias a ti, señor Padre Tú que estás en lo más alto.
Todo esto me han urdido esos enemigos malos".


Cantar del Destierro (Fragmento)